𝙀𝙇 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼𝙈𝙄𝙀𝙉𝙏𝙊 𝘿𝙀 𝙂𝙐𝘼𝘿𝙄𝘼𝙍𝙊
El devenir de las hermandades está en buena medida dictaminado por decisiones cruciales en momentos puntuales y esta corporación parece empeñada en seguir esbozando su Historia en pergamino miniado y con trazo indeleble. Y uno de estos momentos preclaros, escrito con trazo firme, se produjo en la mañana de este sábado en el Hermanamiento con la Agrupación del Santo Entierro de Guadiaro, la corporación que desde 1970 acogiera con tanto amor a los titulares que fueran también los nuestros. Me temo que mediante estas escuetas líneas, no podremos describir el recibimiento que experimentó esta Junta, y los numerosos fieles sanluqueños que nos acompañaron, dentro de la Parroquia del Rosario de Guadiaro, ni la gratitud eterna que le deberemos a estos hermanos de fe, por sus innumerables e inmerecidas deferencias que esperamos encarecidamente devolver en futuros eventos.
Hermanos de Guadiaro, siempre de la mano salvífica de Dios, confiemos en que nuestro Hermanamiento se derrame pleno y enraizado entre los integrantes de nuestras respectivas corporaciones, y nos ayude a unirnos en pos de dar mejor testimonio del Señor y de su Santa Madre.